El primer comentario que la gente realiza al
saber que hago judo es:
¡Uy! que deporte más violento y peligroso: llaves,
patadas...
Pero lo que no saben es
que el judo es uno de los deportes más respetuosos con el adversario. El judo
es, también, un deporte muy completo ya que trabaja muchos aspectos físicos
como la agilidad, la fuerza, la precisión, la táctica de trabajo, y sobre todo
la concentración.
Yo empecé a hacer judo a los cinco años en el
Nuevo Gimnasio de San Roque, precedido de una gran tradición familiar, ya que
mi madre hacía judo de pequeña, y todos mis primos han hecho judo. Los primeros
años no fueron muy serios (todo hay que decirlo) pero a medida que iban pasando
los años me iba gustando más, y mi afición por el judo iba creciendo. Una cosa
que también me ayudó mucho fue tener a mi lado la figura de mi prima Paloma
Almagro, la cual yo admiraba mucho ya que ganó cinco veces el campeonato de
Andalucía, y llegó a ser subcampeona de España.
Con diez años empecé a
entrenar en el Patronato Municipal de Deportes, donde sigo hasta ahora. Aquí,
empecé a ir a las competiciones, hasta que el año pasado quedé en tercer lugar
en el campeonato de Andalucía. Me alegré mucho de conseguir este puesto, ya que
era el primer año que competía a nivel andaluz.
Este año voy 2º en el ranking anual, y sigo
entrenando a fondo para cumplir una de mis ilusiones para este año: quedar
primero en el campeonato final e ir al campeonato de España.